LISTE ART FAIR BASEL

Gloria Sebastián Fierro’s work looks into painting as a personal path to acquire knowledge and understanding of the self. Their work becomes a tool to philosophize without the use of language—philosophy made by the study of forms, of how things are presented to us. Fierro navigates the landscape between figuration and abstraction, and with a purposeful duplicity questions our perception, transforming the image into a mystical landscape.

Through Gloria Sebastián’s practice, painting is seen as a way to challenge our mental construction of reality, to speculate what is on the other side of the image, and attempts to create a path to the landscape that is “behind”. Fierro considers their work as a “direct descendant” of the metaphysical painting established as such by Giorgio de Chirico and Giorgio Morandi; added to the spiritual search in painting of Hilma af Klint and Wassily Kandinsky.

Fierro’s profound connection to painting allows them to use it as grammar, as an established structure that proposes a flat, contained and limited surface, presenting a particular lived experience, a sum of moments in one plane. An experience that mutates is transformed through contemplation, turning the flat surface into the sum of many psychological and spiritual planes.

This concept of the limited plane has been fueling Fierro’s most recent body of work, which emerges from their experience during Bogota’s lock down—where finding a pathway to “other places” was more relevant than ever. This new body of work is an affirmation of Gloria Sebastian’s continuous need to understand the “invisible” through painting.

El trabajo de Gloria Sebastián Fierro mira a la pintura como un camino personal para adquirir conocimiento y comprensión de uno mismo. Su trabajo se convierte en una herramienta para filosofar sin el uso del lenguaje, filosofía hecha por el estudio de las formas, de cómo se nos presentan las cosas. Fierro navega por el paisaje entre la figuración y la abstracción, y con una decidida duplicidad cuestiona nuestra percepción, transformando la imagen en un paisaje místico.
A través de la práctica de Gloria Sebastián, la pintura se ve como una forma de desafiar nuestra construcción mental de la realidad, de especular lo que está al otro lado de la imagen e intenta crear un camino hacia el paisaje que está "detrás". Fierro considera su obra como “descendiente directa” de la pintura metafísica establecida como tal por Giorgio de Chirico y Giorgio Morandi; añadido a la búsqueda espiritual en la pintura de Hilma af Klint y Wassily Kandinsky.
La profunda conexión de Fierro con la pintura les permite utilizarla como gramática, como una estructura establecida que propone una superficie plana, contenida y limitada, presentando una experiencia vivida particular, una suma de momentos en un plano. Una experiencia que muta se transforma a través de la contemplación, convirtiendo la superficie plana en la suma de muchos planos psicológicos y espirituales.
Este concepto del avión limitado ha estado impulsando el trabajo más reciente de Fierro, que surge de su experiencia durante el cierre de Bogotá, donde encontrar un camino a "otros lugares" fue más relevante que nunca. Esta nueva obra es una afirmación de la necesidad continua de Gloria Sebastián de comprender lo "invisible" a través de la pintura.