Art Basel Miami Beach 2016

Las pinturas de Sebastián Fierro siguen un método de representación embotado, buscando una dislocación con la “realidad” que observamos. El modelo es un espacio creado a partir de elementos planos, que luego se introduce de nuevo en otra superficie plana, el espacio pictórico. “Cuando trabajo soy consciente de que la pintura es una gramática, un esquema de pensamiento que propone una superficie plana y contenida, una superficie limitada que presenta una experiencia viva, una suma de momentos, todo a la vez. Uso la misma gramática de la pintura como sujeto, como actores que reflexionan sobre sus propias limitaciones. Ahí es donde coloco el poder metafórico de la pintura. Una superficie plana es la suma de muchos planos que a la vez sugieren y niegan el espacio, los objetos dentro de ese espacio son contenidos y contenedores, ambos generadores y receptores de luz”. (Camila Corredor)

En Brutalismo, Marlon de Azambuja desnuda las construcciones arquitectónicas para exponer los materiales y los procesos de pensamiento y construcción arquitectónica. Todos los elementos están suspendidos por instrumentos industriales; los materiales revelan su naturaleza y características de la manera más abierta y desnuda; su presencia es su única función. En esta obra, Marlon lleva a cabo la idea del brutalismo y la de levantar una ciudad con un gesto sencillo y poético. De Azambuja se ha criado en un lugar de utopías a gran escala; su pensamiento ha sido profundamente influido por la arquitectura modernista brasileña, que se hace aún más visible por el contraste que existe al pie de los edificios. Esta dicotomía le ha llevado a considerar la esencia más pura de toda construcción: la nobleza de los materiales y la geometría de las formas.

El proyecto más amplio de Alberto Baraya, Herbario de Plantas Artificiales, deconstruye el paradigma científico, las sociedades poscoloniales, y al mismo tiempo reflexiona sobre los actos estéticos cotidianos. “Alberto Baraya de Colombia ha estado investigando durante varios años sobre la mirada colonial del naturalista en el siglo XIX, y para contrarrestar esa posición ha hecho un increíble proyecto en curso: un herbario de plantas artificiales (plástico, papel, caucho, etc.), con ‘ejemplares’ enviados por muchos ‘naturalistas’ (amigos, otros artistas, etc.) de todo el mundo. Él ‘disecciona’ minuciosamente, clasifica y enmarca estas flores y plantas, y el herbario visto en su totalidad es abrumador”. (José Roca)