
La extensa trayectoria artística de Jim Amaral (California, 1933) abarca varias décadas y se caracteriza por una notable diversidad de estilos, materiales y búsquedas tanto conceptuales como poéticas. Sus primeras obras—principalmente dibujos y pinturas—exploran paisajes del subconsciente y ofrecen un primer acercamiento a un universo profundamente influenciado por la literatura, la astrología y la anatomía humana.
Reconocido especialmente por sus esculturas monumentales y sus trabajos en bronce, Amaral da vida a seres fantásticos y deidades panteónicas que remiten a arquetipos arraigados en la memoria cultural. Su obra ha tenido un impacto significativo en el paisaje urbano de Bogotá, ciudad donde ha desarrollado gran parte de su producción. Hoy, tras un cuidadoso proceso de documentación y conservación, su universo creativo está siendo redescubierto y compartido a través de exposiciones que trazan una cartografía de su legado, tan profundo como complejo.
Influenciado por los movimientos de vanguardia de inicios del siglo XX—como el surrealismo y la escritura automática—y atravesado por el pensamiento psicoanalítico, Amaral invita a mirar la escultura como un objeto lúdico y, al mismo tiempo, como un portal hacia lo metafísico. Su obra convoca al espectador a una experiencia que trasciende los límites entre forma, significado y misterio.